El frío y la saturación de la comedia

Empieza el frío, la gente se mete en los bares, y los cómicos intentan hacer reír. La crisis se está llevando por delante a muchas salas: unas porque no pueden, otras porque no cambian el chip.

Los obreros del humor se llevan también la peor parte en este inestable mundo. También tienen que cambiar el chip, renovarse, buscar nuevas metas y nuevas historias que contar.

La saturación de comedia está colapsando el negocio. Los que estaban antes critican por lo bajo a los que llegan; los que estaban en medio y no consiguieron «romper» miran con recelo a los que les pasan por encima. Hay gente buena y gente mala, como en todas partes.

Lo bueno es saberse rodear, a veces de uno mismo.

Seguimos en ruta…